La hipercolesterolemia es un aumento del nivel de colesterol en la sangre. En ocasiones también hablamos de dislipemia o hiperlipemia para referirnos al aumento de colesterol en sangre, aunque estos términos pueden aplicarse también a la elevación de triglicéridos. El colesterol y los triglicéridos son grasas de la sangre.
Todos tenemos colesterol en la sangre. Se produce en el hígado a partir de las comidas grasas y circula por la sangre para ser utilizado por las diferentes partes de nuestro cuerpo.
El colesterol que circula por nuestra sangre es de dos tipos:
El colesterol es necesario para la fabricación de las células que componen nuestro cuerpo. Cuanto más alto esté el colesterol bueno y más bajo el colesterol malo es menos probable que se sufra arteriosclerosis. En la mayoría de las personas, la mayor parte de colesterol es colesterol malo. Es decir, la fracción LDL es mayor que la HDL.
Antes de hacer un diagnóstico de hipercolesterolemia, los médicos suelen recomendar repetir el análisis una o incluso dos veces si entre las dos primeras hay una diferencia mayor de 30 mgr/dl. No es infrecuente que en varios análisis nos den cifras diferentes de colesterol. Habitualmente la más baja es la válida, pero para evitar en la medida de lo posible estas disparidades, es conveniente:
El nivel de colesterol se relaciona con la cantidad de grasa que tomas, aunque éste no es el único factor.
Algunas personas de una misma familia tienen el colesterol muy alto y una frecuencia de arteriosclerosis muy elevada. Este problema se llama hipercolesterolemia familiar.
El colesterol también puede estar alto en algunas enfermedades o situaciones como: embarazo, hipotiroidismo, obesidad, enfermedades del riñón y exceso del alcohol. Habitualmente, una vez controladas esas situaciones también se corrige la elevación del colesterol.
La elevación del colesterol en sangre se relaciona directamente con la posibilidad de tener arteriosclerosis (acúmulo de grasa en las arterias) y sufrir enfermedades vasculares (angina, infarto de corazón o trombosis cerebral). Parece que no hay un límite definido a partir del que el colesterol es perjudicial. Cuanto más elevado lo tengas, más probable es que sufras una de esas enfermedades. Sin embargo esto no implica que tengas que bajarlo a toda costa, no quiere decir que todos tengamos que tomar medicamentos para tenerlo lo más bajo posible.
Puede parecer contradictorio, pero es más sencillo de lo que parece. Bajar el colesterol a partir de unas determinadas cifras puede tener un beneficio mínimo y usar medicamentos puede ser peor.
Las enfermedades cardiovasculares son multifactoriales, es decir, se relacionan con varios factores. El colesterol no es el único que se relaciona con su aparición, es un elemento más del riesgo vascular.
Cada persona debe calcular su propio riesgo teniendo en cuenta todos los factores: edad, sexo, tener o no diabetes, historia de familiares de primer grado con enfermedad cardiovascular precoz (varones antes de los 50, mujeres antes de los 60), consumo de tabaco, hipertensión arterial, colesterol bueno y colesterol malo.
Hay que tener en cuenta que los factores de riesgo tienen un efecto multiplicador. Una persona con un colesterol elevado puede tener un riesgo cardiovascular bajo si no tiene otros factores añadidos y al contrario, puede darse el caso de que una persona con varios factores elevados en pequeña cantidad tenga un riesgo cardiovascular alto.
Por eso es importante hablar de riesgo cardiovascular más que de cifras a partir de las que el colesterol está elevado. Según el riesgo cardiovascular decidiremos la periodicidad de los controles que hay que hacer y el tipo de tratamiento más indicado.
Para cuantificar el riesgo cardiovascular de una persona hay varias fórmulas propuestas por la Organización Mundial de la Salud y varias sociedades científicas. Según la Sociedad Europea de Cardiología (criterios que seguimos en este folleto), podemos clasificar el riesgo cardiovascular en muy alto, alto, moderado y bajo.
Riesgo muy alto. Aquellas personas que han tenido alguna enfermedad cardiovascular previa, diabéticos tipo II (o tipo I con microalbuminuria), padecer una enfermedad renal crónica o presentar un 10% o más de probabilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular fatal en los siguientes 10 años según el cálculo con las tablas de riesgo.
Riesgo alto. Elevación marcada de alguno de los factores de riesgo (como la hipertensión grave o la gran elevación del colesterol de la dislipemia familiar) o presentar entre un 5% y un 10% de probabilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular fatal en los siguientes 10 años según el cálculo con las tablas de riesgo.
Riesgo moderado. Entre un 1% y un 5% de probabilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular fatal en los siguientes 10 años según el cálculo con las tablas de riesgo. Aquí se encuentra la mayoría de personas de mediana edad.
Riesgo bajo. Menos de un 1% de probabilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular fatal en los siguientes 10 años según el cálculo con las tablas de riesgo.
Para tomar decisiones y ver las recomendaciones más convenientes para cada persona es necesario calcular el riesgo cardiovascular, para el que el colesterol es un factor más.
Calculadoras de riesgo cardiovascular:
The National Heart, Lung, and Blood Institute (Fórmula de Framingham)
The Mayo Clinic calculator (Fórmula de Framingham)
Tablas de la Sociedad Europea de Cardiología (en inglés/ castellano)
Tablas en inglés
Tablas en español (dentro de un artículo)
La elevación del colesterol en sangre se relaciona directamente con la posibilidad de tener arteriosclerosis y sufrir enfermedades vasculares. Parece que no hay un límite definido a partir del que el colesterol es perjudicial. Cuanto más elevado está tu colesterol, más probabilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular tienes.
Sin embargo esto no implica que tengas que bajarlo a toda costa, no quiere decir que todos tengamos que tomar medicamentos para tenerlo lo mas bajo posible. El tratamiento con medicamentos está indicado en:
Aunque con una dieta saludable puedes bajar el nivel de colesterol, en los supuestos apuntados, no suele ser suficiente y hay que recurrir a la toma de medicamentos. Habitualmente del grupo de las estatinas (sinvastatina, atorvastatina, etc.). El nivel deseable de LDL colesterol (colesterol malo) en pacientes con riesgo cardiovascular muy alto (superior al 20% de probabilidades de sufrir un evento cardiovascular fatal en los siguientes 10 años) según algunos autores debe ser inferior a 100 mgr/dl, e inferior a 70 según otros autores.
Para los pacientes con riesgo cardiovascular alto (entre 5 y 20% de probabilidades de sufrir un evento cardiovascular fatal en los siguientes 10 años) es aconsejable bajar de 130 el colesterol LDL. Los pacientes con riesgo moderado (1-5% de probabilidades de sufrir un evento cardiovascular fatal en los siguientes 10 años) o bajo (menos del 1%) habitualmente no se benefician de la toma de fármacos, aunque en algunos casos podrían indicarse. Debes consultar con tu médico, él puede calcularte el riesgo cardiovascular y aconsejarte.
Tanto en los casos de riesgo alto como en los de riesgo moderado o incluso bajo, en importante seguir una dieta saludable, no fumar, no tomar alcohol en exceso, hacer ejercicio físico regular y mantenerse en el peso apropiado.
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