La acumulación de cera (cerumen) en el oído es una causa frecuente de visita al médico de familia por los síntomas que ocasiona: disminución de la audición, vértigo, incomodidad, etc. Entre un 2 y un 6% de la población sufre este problema en algún momento de su vida.
Existen varios tratamientos efectivos: la aplicación de un líquido para ablandar la cera (cerumenolítico), el lavado por irrigación en casa o en la consulta, la retirada del cerumen con un instrumento mediante arrastre o una combinación de esas medidas.
En la práctica habitual en nuestro servicio de salud, el médico de familia diagnostica el problema, receta un cerumenolítico en gotas y un profesional de enfermería efectúa un lavado por irrigación con una jeringa especial.
Aunque es un problema común, hay pocos estudios sobre la forma de abordarlo más eficiente. Estas son algunas conclusiones tras una lectura de las revisiones más rigurosas:
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