Recomendaciones dietéticas generales en la diabetes tipo 2

 En una alimentación equilibrada el aporte calórico procede de un 45-65% de carbohidratos, 15-20% de proteínas y 20-30% de grasas (menos 7% saturadas). Esto es válido para todas las personas incluidas las que tienen diabetes mellitus tipo 2.

La cantidad y proporción dentro de esos márgenes deberá ajustarse según la edad, el sexo, el peso, la estatura y el grado de actividad. Además de estas características, debe tenerse en cuenta la existencia de otros problemas de salud, como colesterol elevado, hipertensión arterial o insuficiencia renal.

El peso depende de las calorías que se toman y de las que se gastan. Si tomamos más de las que gastamos, nuestro peso aumenta y si comemos menos de lo que gastamos, nuestro peso baja.

Una persona con diabetes debe procurar comer 4 o 5 veces al día en intervalos de 3 a 4 horas es lo que llamamos alimentación fraccionada. De esta manera, el riesgo de bajadas excesivas de la glucosa en sangre (hipoglucemias) disminuye, porque alimento se ajusta mejor a la acción de los medicamentos.

La cantidad de hidratos de carbono, proteínas y grasa deben ajustarse en función de la actividad, del peso y de la edad. Por ejemplo: una persona joven, sin sobrepeso y deportista puede tomar más hidratos de carbono (pan, pasta) y grasa (aceite de oliva); una persona mayor, con sobrepeso y poca actividad consume menos calorías, por lo que debe tomar menos cantidad de esos alimentos. La cantidad recomendable de leche, fruta y verduras es similar para cualquier persona.

Las grasas vegetales (aceite de oliva o girasol) tienen las mismas calorías que las animales, pero tienen menos grasas saturadas y producen menos colesterol que las de origen animal (mantequilla, nata, queso, embutido).

Las carnes más magras, conejo, aves sin piel, filetes son más apropiadas porque tienen menos grasas saturadas y producen menos colesterol. Aún así, las raciones no deberían superar los 100 grs.

Tomar pescado blanco o azul es saludable.

Utilizar poca sal en las comidas y si existe hipertensión, no utilizar ninguna.

Las personas que estén tratadas sólo con medicamentos que pueden bajar excesivamente la glucosa, que pueden producir hipoglucemias, como la insulina o las sulfonilureas, precisarán ajustar bien los hidratos de carbono para evitar hipoglucemias (bajadas excesivas de glucosa).

Referencias

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