La sangre lleva a las diferentes partes de nuestro cuerpo el oxígeno que necesitan.
Habitualmente, cuando hacemos ejercicio se necesita más oxígeno, por lo que el corazón bombea más sangre en esta situación. La persona que sufre insuficiencia cardiaca suele tener cansancio y fatiga (falta de aire o disnea) al realizar ejercicio físico. Con el tiempo, a medida que progresa la enfermedad, esta fatiga puede aparecer con esfuerzos cada vez menores e incluso en reposo.
La insuficiencia cardiaca es un problema crónico cada vez más frecuente y que puede aparecer a cualquier edad, aunque es más frecuente en personas mayores.
Es una de las causas más frecuentes de ingreso hospitalario: en 2010 hubo 107.347 ingresos por este motivo en los hospitales españoles y cada paciente permaneció alrededor de 9 días en el hospital por cada ingreso.
Las causas más frecuentes de insuficiencia cardiaca son:
• Cardiopatía isquémica. Se trata de una enfermedad consecuencia del endurecimiento y estrechamiento de las arterias del corazón (arterias coronarias) debido a daño y acúmulo de colesterol en su pared. Este daño y acúmulo de colesterol forman la placa de arterioesclerosis. Las arterias coronarias llevan al corazón el oxígeno que necesita. El estrechamiento de estas arterias impide que llegue toda la sangre que el corazón necesita, lo que disminuye su capacidad funcional.
• Hipertensión arterial (Tensión arterial alta). Cuando la presión en las arterias, que son como las tuberías del cuerpo, es alta, el corazón, que es la bomba, tiene que trabajar mas, se agranda para vencer la resistencia y se vuelve más rígido y menos efectivo. La hipertensión también endurece las arterias y puede estropear el riñón contribuyendo por estos mecanismos a sobrecargar el corazón.
• Miocardiopatía. Por diferentes causas el músculo cardiaco se puede deteriorar y perder su capacidad para bombear sangre: algunas infecciones víricas, alcohol, drogas o por causa desconocida.
• Enfermedades de las válvulas cardíacas. Si está alterada alguna válvula del corazón, la bomba funciona mal y acaba por no ser todo lo efectivo que debiera.
• En algunas enfermedades como la anemia o el hipertiroidismo, el corazón tiene que trabajar más de la cuenta y puede no dar abasto.
La insuficiencia cardiaca es un problema crónico. Para controlarlo deben seguirse estas recomendaciones:
Además puede controlar:
Las personas con insuficiencia cardiaca deben seguir unas recomendaciones especiales que podemos resumir en:
Algunos de estos consejos suponen un importante cambio en las costumbres del paciente y pueden ser difíciles de realizar. Si fuera así, pueden hacerse los cambios poco a poco. Cada semana, un pequeño cambio.
Las personas que sufren Insuficiencia Cardiaca deben mantenerse activas. Hacer ejercicio de forma moderada hará que toleren mejor el esfuerzo, controlen el peso, reduzcan el nivel de colesterol y se sientan mejor en general. Además, los pacientes que hacen ejercicio regularmente, ingresan menos en el hospital, viven más tiempo y tienen mayor calidad de vida.
Aunque la insuficiencia cardiaca es una enfermedad crónica que evoluciona de forma lenta, en ocasiones pueden existir empeoramientos bruscos relacionados con una serie de circunstancias como por ejemplo: una infección respiratoria, el abandono del tratamiento o una arritmia. Habitualmente se les denomina descompensaciones.
Es importante conocer los primeros síntomas de una descompensación y saber cómo actuar:
• Ganancia rápida de peso (1 kilo o más en un día ó más de 3 kilos en una semana). Puede ser el síntoma inicial de una descompensación. Si el paciente tiene indicaciones precisas de su médico sobre cómo actuar (generalmente aumentando la dosis de diuréticos), debe actuar según ellas; si no tiene indicaciones precisas debe consultarlo.
• Hinchazón de pies, tobillos o piernas. En principio tiene el mismo significado que el punto previo y debe actuar de la misma manera. En este caso la consulta es más necesaria.
• Disminución de la cantidad total de orina. Algunos profesionales aconsejan medir la cantidad de orina diaria a sus pacientes y recomiendan una pautas de actuación concretas en caso de disminución. La disminución de la cantidad de orina puede ser el primer signo de que existe un empeoramiento de la situación o de que el tratamiento no es suficiente. Debe actuarse según las indicaciones previas del profesional y consultar las dudas.
• Aumento de la fatiga al realizar una determinada tarea o ejercicio. Puede ser un síntoma de que el corazón no es tan capaz como antes de abastecer de sangre al resto del cuerpo. Debe consultarse
• Necesidad de aumentar el número de almohadas para dormir o aparición de falta de aire en reposo. También puede indicar que el corazón no es tan capaz como antes de abastecer de sangre al resto del cuerpo y debe comunicárselo a su médico.
• Otros síntomas que deben consultarse: dolor en el pecho, pérdida de conocimiento, fiebre, aumento brusco de la fatiga o palpitaciones de nueva aparición. Son motivo de consulta médica urgente.
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