Infección urinaria

¿Qué es una infección urinaria?

A través de las vías urinarias nuestro cuerpo elimina materiales de desecho y el exceso de agua. Las vías urinarias incluyen dos riñones, dos uréteres, una vejiga y una uretra. Los riñones son los encargados de filtrar la sangre y eliminar el exceso de agua y los desechos, formando la orina. El resto de estructuras del aparato urinario sirve para almacenarla (vejiga) y evacuarla (uréteres y uretra).

Una infección urinaria es una infección de cualquier parte del tracto urinario (riñones o vejiga, fundamentalmente). Cuando afecta a la vejiga se llama cistitis y cuando lo hace al riñón, pielonefritis. Estas infecciones son causadas generalmente por bacterias, solo visibles con un microscopio. La bacterias más común es la Escherichia coli, una bacteria que se encuentra habitualmente en el intestino sin causar daño.

Las infecciones del tracto urinario son cuatro veces más frecuentes en las mujeres que en los hombres porque tienen la uretra más corta, lo que aumenta la posibilidad de que las bacterias lleguen a la vejiga. Además, hay otros factores que hacen más probable sufrir una infección de orina:

  • Diabetes
  • Problemas inmunológicos: defensas bajas o tratamientos que las bajan
  • Sondas de vejiga
  • Problemas que dificulten el flujo de la orina, como cálculos urinarios (piedras)
  • Afectación de los nervios de la vejiga por lesiones de la columna vertebral u otras enfermedades.

Los hombres tienen menos riesgo que las mujeres de desarrollar una primera infección urinaria, pero tienen más probabilidades de tener otra porque las bacterias se pueden esconder en la próstata.

La mayoría de estas infecciones no son graves, aunque si afectan al riñón o la persona está débil por cualquier motivo, pueden causar daño irreversible o incluso poner en riesgo la vida de la persona.

¿Cuáles son los síntomas de una infección urinaria?

Los síntomas más frecuentes son:

  • Sensación de ardor o dolor al orinar
  • Necesidad de orinar más a menudo aunque haya poca orina
  • Urgencia para orinar

Si tienes estos síntomas debes consultar a tu médico de cabecera. A veces es suficiente con una consulta telefónica. En algunos centros tu enfermera podrá atenderte, al menos inicialmente.

  • En ocasiones también puede haber:
  • Dolor en la espalda o en el costado
  • Fiebre y escalofríos
  • Sangre en la orina

Si existen estos síntomas, la consulta es más urgente y es improbable que pueda resolverse sin una consulta presencial.
No hay aumento del flujo vaginal ni picor vulvar. Si existen estos síntomas puede tratarse de una infección genital.

¿Cómo se diagnostica una infección urinaria?

Si eres mujer sana y tienes 2 ó 3 de estos síntomas: Sensación de ardor o dolor al orinar, necesidad de orinar más a menudo o urgencia para orinar y no tienes un aumento anormal del flujo vaginal, tienes un 90% de posibilidades de tener una infección de orina.

El diagnóstico de infección del tracto urinario se hace habitualmente basándose en los síntomas. En ocasiones tu médico te hará una prueba sencilla en una muestra de orina buscando signos de infección (leucocitos, nitritos, bacterias) para tener un diagnóstico más preciso. En otras ocasiones te pedirá un cultivo de orina (se hace colocando un poco de orina en un tubo con una sustancia que favorece el crecimiento de las bacterias). Ninguna de estas pruebas son imprescindibles y en la mayoría de casos puede ofrecerte un tratamiento sin ellas.

Si tienes infecciones repetidas (más de 2 en 6 meses), si se tienes alguna complicación (fiebre, dolor de espalda, algún problema de riñón) o si tu médico sospecha que la infección puede deberse a una bacteria resistente a los antibióticos habituales, seguramente te hará un cultivo de la orina y es posible que alguna prueba más.

¿Cuál es el tratamiento de las infecciones de orina?

Las infecciones de orina se tratan con antibióticos.

Tu médico elegirá el antibiótico más adecuado teniendo en cuenta el tipo de infección (complicada o no), tus características personales (enfermedades previas, alergias) y tu historia previa de infecciones urinarias y su tratamiento. Los más utilizados en infecciones no complicadas en una mujer previamente sana, sin un cultivo previo, son la fosfomicina, la nitrofurantoina y el trimetoprim-sulfametoxazol. Tienen una eficacia superior al 90%. La amoxicilina sola o asociada a ácido clavulánico es menos eficaz y las fluorquinolonas son igualmente eficaces, pero deben reservarse para infecciones más complejas.

Al tomar los antibióticos, sigue cuidadosamente y al pie de la letra las instrucciones de tu médico y aclara todas las dudas que tengas.

Los antibióticos son medicamentos muy buenos, pero también peligrosos si no se usan adecuadamente. Debes tomarlos solo por consejo de tu médico y seguir estrictamente sus instrucciones. Lee el prospecto que traen y déjalos fuera del alcance de los niños.

Además de los antibióticos, hay algunos hábitos diarios que pueden ayudarte a mejorar y prevenir las infecciones de orina:

  • Beber abundantes líquidos para lavar el sistema urinario y dificultar que las bacterias se reproduzcan.
  • Orinar con frecuencia y no retener la orina para evitar que las bacterias puedan crecer en la vejiga demasiado tiempo.
  • Orinar siempre después de tener relaciones sexuales.
  • Después de ir al baño, límpiate siempre de adelante hacia atrás.
  • No hay estudios bien diseñados que demuestren que los arándanos puedan curar ni prevenir las infecciones urinarias.

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