Cuidados de la boca durante la quimioterapia

La quimioterapia es el tratamiento con medicamentos que destruyen las células del cáncer. La mayoría de esos fármacos seleccionan y destruyen las células del cáncer porque se reproducen con rapidez. Uno de sus inconvenientes es que también actúan contra otras células que son normales, pero se multiplican rápido, como las células de varias estructuras de la boca: dientes, encías, tejidos bucales blandos y glándulas salivales.
La mayoría de problemas ocurre mientras se recibe el tratamiento y unos días después.

Los efectos secundarios que la quimioterapia puede producir en la boca pueden ser graves

Los efectos secundarios varían según el tipo de fármaco. Estos son algunos:

• Pueden causar dolor y dificultad para comer, tragar y hablar.
• Pueden producir boca seca, quemazón e inflamación en la lengua y depellejamiento de la mucosa de la boca.
• Pueden producir alteraciones en el gusto de las comidas.
• Facilitan la aparición de infecciones, que pueden ser mas graves al estar recibiendo tratamiento con quimioterapia porque ésta baja las defensas.
• Pueden obligar a reducir o abandonar el tratamiento contra el cáncer .

La quimioterapia es un tratamiento bueno para el cáncer pero que puede tener efectos secundarios en la boca. Estos efectos adversos son relativamente frecuentes y pueden hacer que tenga que retrasarse o abandonarse la quimioterapia.

• Si puedes, visita a un dentista un mes antes de iniciar el tratamiento. Esto es especialmente importante si las encías te sangran con facilidad, si tienes mal olor o mal sabor en la boca o si sientes dolor en dientes o encías.
• Si fumas, déjalo.
• Si tienes diabetes, controla el nivel de glucosa en la sangre lo mejor que puedas.
• Usa seda dental para limpiar el espacio entre los dientes. A continuación, cepíllate los dientes después de cada comida.
• Consulta con tu médico cualquier problema que te surja durante el tratamiento.

• Revisa tu boca cada día.
• No fumes ni tomes bebidas alcohólicas.
• Mantén la boca húmeda: toma agua abundante, chupa trozos de hielo o usa chicle sin azúcar.
• Mastica lentamente y toma pequeños sorbos de líquido con las comidas.
• Procura tomar alimentos con alto contenido en agua y blandos, como puré de patatas y huevos revueltos.
• En ocasiones puede ser útil un humidificador por la noche.
• Si tienes dificultad para tragar, ablanda la comida con alguna salsa, caldo, yogurt u otros líquidos.
• Toma alimentos sanos que sean fáciles de masticar y tragar.
• Evita alimentos crujientes, como las patatas de bolsa o el pan muy duro, que puedan raspar y cortarte la boca.
• Evita alimentos muy calientes y las frutas ácidas si tienes la boca irritada.
• Evita alimentos muy azucarados que pueden favorecer caries o infecciones.
• No uses palillos dentales porque te pueden herir la boca.
• Usa seda dental y luego cepíllate los dientes, las encías y la lengua con un cepillo muy blando después de cada comida y antes de acostarte.
• Usa pasta de dientes con flúor (poca en cada cepillado). No uses colutorios o enjuagues que contengan alcohol.
• Si las encías te sangran o duelen evita las zonas afectadas.
• Enjuágate la boca varias veces al día con una mezcla que contenga 1/4 de cucharadita de bicarbonato de sodio y 1/4 de cucharadita de sal en un litro de agua tibia. Luego enjuágate con agua sola.
• Ajusta la prótesis dental si la usas.
• Consulta con tu médico si tienes dolor en la boca.