Enfermedad Renal Crónica

¿Qué es la enfermedad renal crónica?

La función principal de los riñones es la de filtrar productos de desecho y mantener el equilibrio de diversas sales y sustancias en la sangre. También tienen un papel muy importante en la regulación de la tensión arterial, la cantidad de líquido del cuerpo y en el estímulo de la médula ósea, a través de la eritropoyetina, regulando la producción de glóbulos rojos. Cuando los riñones van perdiendo la capacidad de desarrollar esas funciones, se habla de enfermedad renal crónica o insuficiencia renal crónica.

Existen diferentes grados de deterioro de la función renal. La mayor parte de los casos son leves o moderados y en esas fases, habitualmente, no aparecen síntomas. Suele detectarse en un análisis de sangre rutinario. Cuando la insuficiencia renal es grave, se puede sentir fatiga, dificultad para concentrarse, pérdida de apetito, calambres en las piernas, además de picor, problemas de sueño, piernas inquietas, huesos frágiles, problemas articulares y depresión.

La insuficiencia renal crónica es muy frecuente: aproximadamente 1 de cada 10 personas mayores de 20 años y 4 de cada 10 mayores de 60 años tienen algún grado de enfermedad renal crónica. 

En cualquiera de sus fases, las personas con enfermedad renal crónica tienen mayor riesgo de desarrollar una enfermedad vascular cardiaca (angina de pecho o infarto) o un accidente cerebro vascular (trombosis cerebral). Por eso es importante diagnosticarla y tratarla para evitar su progreso.

¿Cuál es la causa de la enfermedad renal crónica?

Las causas más comunes de la enfermedad renal crónica son:

  • La diabetes, responsable de la tercera parte de los casos
  • La hipertensión arterial mal controlada, responsable de 2 de cada 10 casos
  • La estrechez (estenosis) de las arterias renales
  • Consumo de medicamentos dañinos para el riñón (nefrotóxicos)
  • Otras causas menos frecuentes: glomerulonefritis, riñón poliquístico, síndrome hemolítico urémico, cálculos renales y pielonefritis.

La obesidad también se asocia a una mayor posibilidad de sufrir enfermedad renal crónica.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad renal crónica?

Mediante un análisis de sangre se puede estimar el filtrado glomerular, que mide la capacidad que tiene el riñón para filtrar la sangre.  El filtrado glomerular se calcula a partir de la creatinina que hay en la sangre, la edad y el sexo de la persona y se expresa en mililitros por minuto. La creatinina es una sustancia que se produce en los músculos y se elimina por el riñón. Cuando el riñón tiene dificultades para eliminarla se acumula en la sangre.

La enfermedad renal crónica se define por un filtrado glomerular inferior a 60 mililitros por minuto o cuando existe evidencia de daño renal mediante otras pruebas aunque el filtrado glomerular sea superior a 60 ml/min.

Clasificación de la enfermedad renal crónica

  Filtrado glomerular Daño renal
Normal Mayor de 60 Sin daño renal en el resto de pruebas
Estadio 1 Mayor de 90 Con algún tipo de daño renal que persiste más de 3 meses: proteínas o sangre en orina
Estadio 2 60-89 Con algún tipo de daño renal que persiste más de 3 meses: proteínas o sangre en orina
Estadio 3 30-59 Insuficiencia renal moderada
Estadio 4 15-29 Insuficiencia renal avanzada
Estadio 5 Menos de 15 Insuficiencia renal muy avanzada

El filtrado glomerular es una prueba sencilla que tu médico realiza habitualmente en el seguimiento de la mayoría de problemas crónicos.

Aparte de esta prueba, pueden ser útiles otras destinadas a estudiar el origen del deterioro renal: análisis de orina, ecografía abdominal, etc.

¿Cómo se trata la enfermedad renal crónica?

El objetivo del tratamiento de la enfermedad renal crónica es evitar su progresión. Para ello tu médico intentará corregir sus causas y minimizar los problemas que pueden empeorarla:

  • Tener bien controlada la hipertensión arterial es la medida más relevante para frenar la progresión de la enfermedad renal crónica. Una tensión arterial de 130/80 puede considerarse apropiada en la mayoría de las personas.
  • Además de necesitar ajustar la dosis de algunos medicamentos que se eliminan por el riñón, hay que evitar en lo posible los que resulten tóxicos, como los antiinflamatorios no esteroideos (aspirina, ibuprofeno, diclofenaco…).
  • En las personas con diabetes, el control estricto de la glucosa es importante.
  • Corregir, en la medida de lo posible, los cálculos urinarios (piedras) puede ser beneficioso.

Como la enfermedad renal crónica es un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares, debes estar atento a los demás factores de riesgo cardiovascular. Dejar el tabaco, controlar la tensión arterial y el colesterol, comer sano, corregir el sobrepeso y hacer ejercicio reducen tu riesgo de sufrir un problema vascular, sobre todo en corazón y cerebro.

Puede que tu médico te aconseje tomar medicamentos para bajar el colesterol. En las personas con insuficiencia renal la cifra deseable de colesterol malo (LDL) es inferior a la de una persona sin este problema. También es conveniente vacunarse contra la hepatitis B y contra el neumococo.

Existen tratamientos específicos para cada problema o complicación que puedes desarrollar. Debes acudir a las revisiones que tu médico te indique y seguir sus recomendaciones.

Inicialmente, para abordar estos problemas, tu médico de cabecera puede prestarte suficiente ayuda. Si la función renal se deteriora mucho, generalmente cuando baja de 30 ml/ min, puede ser necesaria la intervención de un especialista. Él te aconsejará sobre la necesidad de prevenir y tratar algunas complicaciones que pueden ocurrir, como la anemia o los problemas con el el calcio y el fósforo.

En muy pocas personas y en estados avanzados puedes necesitar diálisis o un trasplante de riñón.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad renal crónica?

Mediante un análisis de sangre se puede estimar el filtrado glomerular, que mide la capacidad que tiene el riñón para filtrar la sangre.  El filtrado glomerular se calcula a partir de la creatinina que hay en la sangre, la edad y el sexo de la persona y se expresa en mililitros por minuto. La creatinina es una sustancia que se produce en los músculos y se elimina por el riñón. Cuando el riñón tiene dificultades para eliminarla se acumula en la sangre.

La enfermedad renal crónica se define por un filtrado glomerular inferior a 60 mililitros por minuto o cuando existe evidencia de daño renal mediante otras pruebas aunque el filtrado glomerular sea superior a 60 ml/min.

Clasificación de la enfermedad renal crónica

  Filtrado glomerular Daño renal
Normal Mayor de 60 Sin daño renal en el resto de pruebas
Estadio 1 Mayor de 90 Con algún tipo de daño renal que persiste más de 3 meses: proteínas o sangre en orina
Estadio 2 60-89 Con algún tipo de daño renal que persiste más de 3 meses: proteínas o sangre en orina
Estadio 3 30-59 Insuficiencia renal moderada
Estadio 4 15-29 Insuficiencia renal avanzada
Estadio 5 Menos de 15 Insuficiencia renal muy avanzada

El filtrado glomerular es una prueba sencilla que tu médico realiza habitualmente en el seguimiento de la mayoría de problemas crónicos.

Aparte de esta prueba, pueden ser útiles otras destinadas a estudiar el origen del deterioro renal: análisis de orina, ecografía abdominal, etc.

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