Arritmias

¿Qué es una arritmia?

El corazón late de forma rítmica, habitualmente entre 60 y 100 veces por minuto. Cuando el corazón se relaja por la parte derecha entra la sangre que necesita oxígeno y por la izquierda entra la que proviene del pulmón y que ya se oxigenó. Cuando el corazón se contrae su parte derecha envía sangre al pulmón para recibir oxígeno y su parte izquierda envía la sangre ya oxigenada a todo el cuerpo.

Es como si existieran dos circuitos de flujo de la sangre: corazón- pulmones- corazón (lo que se llama circulación menor) y corazón- resto del cuerpo- corazón (circulación mayor).

Cuando los latidos no se producen de forma regular, hablamos de arritmia. En las arritmias el corazón puede latir más rápido de lo normal (taquiarritmias) o más lento (bradiarritmias).

En ocasiones no se notan, pero con frecuencia las percibimos como palpitaciones, a veces rápidas, y en otras ocasiones como si el corazón se parase un momento. En ocasiones pueden ser muy agobiantes, producir falta de aire o dolor en el pecho y acompañarse de sudor, aturdimiento o pérdida de conocimiento.

Aunque generalmente las arritmias son inofensivas, merecen una consulta médica. En ocasiones el ritmo del corazón le impide bombear de forma efectiva la sangre a las diferentes partes del cuerpo y pueden dañarse el propio corazón o el cerebro.

¿Qué tipos de arritmia hay?

Las arritmias puede clasificarse en:

  • Extrasístoles. Muchas veces no producen síntomas, aunque a veces se perciben como un salto en el ritmo del corazón. Suelen deberse a la toma de café, al tabaco, al ejercicio físico excesivo o al estrés. Raramente tienen importancia.
  • Arritmias supraventriculares. La más frecuente, especialmente en personas mayores, es la fibrilación auricular. Las aurículas laten de forma irregular y disminuye su eficacia a la hora de llenar los ventrículos, la parte del corazón que impulsa la sangre. El ritmo del corazón se vuelve rápido e irregular y puede complicarse con una insuficiencia cardiaca o un accidente cerebrovascular.
  • La taquicardia supraventricular paroxística es una arritmia en la que el corazón late de forma regular pero con una frecuencia muy rápida. Suele darse en personas jóvenes y no suele ser peligrosa, aunque requiere un estudio médico detallado.
  • Arritmias ventriculares. Pueden ser arritmias peligrosas y suelen requerir atención médica inmediata.
  • Bradiarritmias. El corazón late con una frecuencia más baja de lo habitual. En deportistas es normal tener menos de 60 latidos por minuto. La bradicardia puede deberse a varios problemas del corazón y en ocasiones la frecuencia es tan baja que se produce una pérdida de conocimiento porque no llega suficiente sangre al cerebro.

¿Cuáles son las causas de una arritmia?

En ocasiones las arritmias aparecen en un corazón sano y su causa no se conoce. En otras ocasiones puede deberse a:

  • Consumo de alcohol
  • Tabaquismo
  • Bebidas estimulantes (café, té, bebidas de cola)
  • Algunas drogas (anfetaminas, cocaína)
  • Medicamentos (digoxina, antiarrítmicos, sobredosis de antidepresivos o diuréticos)
  • Estrés (exceso de trabajo, ansiedad, alteraciones emocionales)
  • Enfermedades del tiroides. En el hipotiroidismo el corazón suele ir lento, en el hipertiroidismo rápido.
  • Hipertensión arterial no controlada
  • Enfermedades cardiacas: insuficiencia cardiaca, cardiopatía isquémica, cardiopatías de nacimiento.

¿Cómo se diagnostican las arritmias?

La prueba más útil y sencilla para diagnosticar una arritmia es el electrocardiograma. El electrocardiograma registra la actividad eléctrica del corazón y permite ver su ritmo. 

En ocasiones la arritmia no es persistente y en el momento de la consulta con el médico el electrocardiograma es normal. En este caso puede ser necesario registrar la actividad eléctrica del corazón durante un periodo más largo de tiempo. Esto se hace con un registro continuado durante uno o dos días con un dispositivo portátil llamado Holter.

En ocasiones pueden ser útiles otras pruebas adicionales:

  • Análisis de sangre. Permite descartar trastornos hormonales como el hipertiroidismo o de los iones de la sangre como la hiperpotasemia (potasio elevado).
  • Radiografía de tórax. Permite ver si el corazón está agrandado o si existe líquido en los pulmones por insuficiencia cardiaca.
  • Ecocardiograma. Estudia la forma y el tamaño del corazón mediante ultrasonidos. Permite descartar aumento de las cavidades del corazón y ver como están las válvulas.

En ocasiones el diagnóstico de una arritmia puede ser difícil y requerir un estudio electrofisiológico. Mediante un dispositivo introducido por una vena se registra la actividad eléctrica del corazón directamente. Suele hacerse en arritmias graves y lo lleva a cabo un cardiólogo especialista en electrofisiología.

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