¿Qué puedo hacer si tengo EPOC?

¿Qué es la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)?

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una enfermedad que se caracteriza por la existencia de dificultad a la salida del aire de los pulmones y una inflamación anormal de las vías respiratorias relacionada con una reacción a partículas nocivas o gases. EPOC engloba los términos de bronquitis crónica y enfisema, que actualmente ya no se usan.

Decimos que es crónica porque una vez establecida no tiene cura definitiva. Decimos que es poco reversible porque el tratamiento puede mejorar los síntomas y retrasar el avance, pero el daño pulmonar no regresa.

En el asma también existe dificultad a la salida del aire de los pulmones, pero con tratamiento se puede conseguir la apertura completa de la vía respiratoria.

Evoluciona lentamente si el paciente se aparta de la situación que la provocó, generalmente el tabaco. Aunque es relativamente estable y progresa poco a poco, las personas que sufren EPOC pueden tener crisis o exacerbaciones (empeoramientos más o menos bruscos que mejoran con tratamiento adecuado). Se puede prevenir no fumando o dejando el tabaco a tiempo. Más del 80% de los casos de EPOC se relacionan con el tabaco.

El tratamiento, aunque no consigue la curación de la enfermedad, puede retrasar su progresión, mejorar los síntomas respiratorios, mejorar la capacidad para realizar ejercicio, mejorar la calidad de vida, reducir el número de crisis y aumentar la esperanza de vida.

¿Qué medicamentos son útiles en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)?

 Es importante tener en cuenta que los medicamentos no frenan la progresión de la enfermedad, pero pueden mejorar los síntomas y reducir la frecuencia y gravedad de las crisis. El médico te prescribirá los medicamentos de forma paulatina, ajustándolos a tus características personales y a la gravedad del problema. Estos son los medicamentos disponibles más importantes:

Fármacos broncodilatadores. Dilatan las vías respiratorias facilitando la entrada y salida de aire de los pulmones. Son útiles para mejorar los síntomas, disminuir el número de crisis y mejorar la calidad de vida. Se administran habitualmente por vía inhalatoria, ya que así tienen más efectos beneficiosos y menos efectos secundarios. Hay varios tipos:

  • Broncodilatadores de acción corta (Salbutamol, Terbutalina, Bromuro de Ipratropio). Es necesario administrarlos tres veces al día. Son especialmente útiles para las personas con síntomas leves y poco frecuentes o para las crisis bruscas.
  • Broncodilatadores de acción prolongada (Salmeterol, Formoterol, Indacaterol, Tiotropio, Bromuro de aclidinio y bromuro de glicopirronio). Por la larga duración de su efecto, pueden administrarse en una o dos dosis diarias. Son útiles de forma continuada en personas que tienen síntomas moderados o graves. No hay acuerdo entre los profesionales si deben utilizarlos de forma continuada los pacientes con EPOC leve. El tratamiento combinado de Tiotropio con cualquiera de los otros 3, produce mayor beneficio que el tratamiento con uno solo de ellos.
  • Metilxantinas (Teofilina). Se administran por vía oral en forma de comprimidos pero se usan menos que cualquiera de los anteriores. Actualmente puede considerarse un tratamiento indicado solo en casos especiales. Son menos efectivas y potencialmente más tóxicas que los broncodilatadores inhalados.

Corticoides. No son tan útiles como en el asma, enfermedad respiratoria de la que constituyen el tratamiento básico. Deben utilizarse siempre asociados a los broncodilatadores y son más eficaces en los pacientes más graves. Mejoran la función pulmonar y la calidad de vida, pero parece que aumentan el riesgo de padecer neumonía. Se administran habitualmente por vía inhalatoria. Por vía oral tienen muchos más efectos secundarios y solo están indicados en los casos más graves.

Mucolíticos. Existe desacuerdo entre los profesionales acerca de su utilidad, por lo que su uso es muy controvertido. Podrían resultarles útiles a pacientes con tos crónica con abundante esputo, secreciones muy espesas o crisis.

Antitusivos. No están indicados, especialmente si la tos se acompaña de esputos abundantes.

Roflumilast. Es un fármaco desarrollado recientemente. Mejora la función pulmonar y disminuye las crisis, pero no los síntomas. Aunque es pronto para encajarlo en un lugar concreto del tratamiento de la EPOC, podría ser útil en pacientes graves asociado al tratamiento broncodilatador inhalado.

No existen otros fármacos que hayan probado ser eficaces en el tratamiento de las personas con EPOC.

¿Qué vacunas son útiles en el paciente con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)?

Aparte de las vacunas habituales que le corresponden por edad y sexo, toda persona que sufra una EPOC debe vacunarse de la gripe y contra el neumococo.

La vacuna antigripal disminuye el número de crisis y de hospitalizaciones en las personas con EPOC, por lo que todas deberían vacunarse de la gripe cada año.

La persona con EPOC debe vacunarse de la gripe cada año y al menos una vez contra el neumococo después de los 65 años.

Aunque no existen pruebas definitivas sobre la eficacia de las vacunas antineumocócicas polivalentes inyectables, las que se usan habitualmente, es posible que proporcionen alguna protección en los pacientes con EPOC. Por esto, la mayoría de informes de las sociedades científicas recomiendan que se vacunen todas las personas mayores de 65 años con EPOC y los menores de 65 años si sufren EPOC grave. No existe acuerdo en esos informes acerca de si debe ponerse dosis de recuerdo a los 5-10 años de la primera dosis o no.

¿Puede viajar en avión un paciente con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)?

Un paciente con EPOC debe planear el viaje con mucha antelación, siempre que sea posible, si piensa viajar en avión.

La cantidad de oxígenos existente dentro de un avión empeora durante el vuelo, por lo que aquellas personas que habitualmente presenten una saturación de oxígeno inferior al 92% deben recibir un suplemento de oxígeno durante el vuelo.

Los pacientes que reciban tratamiento con oxígeno en su domicilio deben contactar con la compañía de vuelo con tiempo, ya que deberán incrementar el flujo según la altitud.

No es aconsejable que viajen en avión los pacientes con EPOC en situación inestable porque pueden empeorar. Tampoco las que presenten bullas (globos de aire en el pulmón) por la posibilidad de que se rompan y sufran un neumotórax espontáneo (entrada de aire entre las pleuras y colapso pulmonar, parcial o total).

Los pacientes con EPOC muy grave deben consultar con el médico los riesgos y posibilidades.

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