Menorragia (sangrado menstrual abundante)

¿Qué es la menorragia (sangrado menstrual abundante)?

La menorragia o el sangrado menstrual abundante se define como la percepción subjetiva de tener reglas muy abundantes en cantidad de sangre y a veces en duración . Es un problema de salud difícil de medir porque hay mujeres que afirman tenerlo sin una pérdida excesiva de sangre en sus reglas, en cambio otras con sangrados muy abundantes lo viven como normal.

Cuando el sangrado traspasa la ropa o la cama, si necesitas cambios muy frecuentes de protectores, aparecen coágulos o necesitas poner doble protección es probable que tu sangrado sea excesivo.

En general, si percibes el sangrado de tus reglas como excesivo debes hablar con tu médico. Especialmente si te produce dolor, si interfiere con tu ritmo habitual de vida o simplemente, si te preocupa.

Las menorragias ocurren con frecuencia, casi 1 de cada 3 mujeres la tendrá a lo largo de su vida, la mayor parte de las veces no se encuentra una causa que las justifique (hemorragias disfuncionales) y habitualmente tienen tratamiento eficaz.

¿Cuál es la causa de la menorragia (sangrado menstrual abundante)?

 En cerca de la mitad de los casos no se encuentra una causa concreta. Estos son alguno de los problemas con los que puede relacionarse:

  • Miomas uterinos. Tumores benignos del músculo del útero que habitualmente no producen problemas.
  • Pólipos endometriales. Tumores de la capa interna del útero.
  • Algunos dispositivos intrauterinos (DIU) pueden causar reglas abundantes, otros (los hormonales) pueden indicarse como tratamiento.
  • Tumores malignos. Poco frecuentes.
  • Infecciones locales.
  • Problemas hormonales: Hipertiroidismo, hipotiroidismo, síndrome del ovario poliquístico.
  • Diabetes mal controlada.
  • Insuficiencia renal.
  • Medicamentos antiepilépticos y antipsicóticos.
  • Problemas de coagulación, por la toma de medicamentos (sintrom), enfermedades avanzadas del hígado, de la sangre o congénitas (de nacimiento). Entre estas últimas, la más frecuente es la enfermedad de Von Willebrand, que produce reglas abundantes desde la primera menstruación, por lo que hay que tenerla muy presente en las adolescentes.

¿Cómo se diagnostica la menorragia (sangrado menstrual abundante)?

Si consultas a tu médico porque tienes menstruaciones muy abundantes, él te hará una serie de preguntas para confirmarlo, quizás una exploración ginecológica y algunas pruebas para buscarles una causa.

Te preguntará acerca de la duración de los ciclos, periodicidad, cantidad de sangrado, frecuencia de cambios compresas o tampones, duración del problema. También te hará preguntas buscando antecedentes familiares y personales de enfermedades que pueden estar relacionadas.

Te hará una exploración general y quizás una exploración ginecológica. Ésta no siempre es imprescindible, especialmente si eres muy joven. Además es probable que te haga un análisis para descartar algunas enfermedades que puedan producirla y para ver el efecto que esa pérdida de sangre está causando en tu cuerpo (anemia).

Si se sospecha infección, se podrá tomar una muestra de la secreción de varias partes del útero y de la vagina, puede ayudar a identificar el tipo de infección y el tratamiento más apropiado.

Si tienes menos de 40 años y la exploración ginecológica es normal, es posible que no sean necesarias más pruebas. En caso contrario, puede que te proponga realizar alguna prueba de imagen o una histeroscopia (visualizar la cavidad uterina con un tubo).

Para estudiar el útero hay varias pruebas de imagen que son muy precisas y proporcionan información detallada de sus diferentes partes. La ecografía transvaginal, es una prueba sencilla (no es dolorosa ni emite radiaciones) que puede orientar mucho acerca de la causa de la menorragia. Se realiza con un ecógrafo, un aparato que emite ondas de sonidos y crea imágenes según la intensidad con la que los sonidos reboten en las diferentes partes examinadas.

La histerosonografía, una ecografía realizada tras inyección de suero salino, no se suele indicar inicialmente, aunque es posible que te la propongan si se observan anomalías en el útero con la ecografía.

La histeroscopia permite la visualización directa del endometrio (la capa interna del útero) y suele aconsejarse cuando la ecografía no permite un diagnóstico certero o es necesario descartar una enfermedad maligna.

La Resonancia Nuclear Magnética puede detectar miomas uterinos y estar indicada cuando hay dificultades para realizar las pruebas anteriores.

La Biopsia endometrial consiste en tomar una muestra del endometrio por aspiración y analizarla. Puede ser indicada cuando hay factores de riesgo o sospecha de un problema maligno o si no hay respuesta a los tratamientos habituales. Tanto para la histeroscopia como para la biopsia endometrial se utiliza anestesia.

¿Cómo se trata la menorragia (sangrado menstrual abundante)?

Es conveniente que tengas un diario en el que anotes el número de días de sangrado y el número de compresas o tampones que utilices cada día.

Cualquier plan de tratamiento, tanto si incluye medicamentos como si no los incluye, debe diseñarse de acuerdo y con la supervisión de tu médico.

Cuando exista una causa clara de la hemorragia debe tratarse la enfermedad o trastorno que la produce. Si se trata de una hemorragia disfuncional, existen varios tratamientos útiles que se apuntan a continuación y que deberás valorar con tu médico.

Una vez descartado cualquier problema importante, no utilizar ningún tratamiento es una opción. Dependerá de la intensidad de las hemorragias y de lo que te interfieran en tu vida. En todo caso conviene hacer un seguimiento médico por si aparecen nuevos síntomas o una anemia. En este caso sería necesario tomar hierro en pastillas.

Los antiinflamatorios no esteroideos reducen el sangrado menstrual y alivian el dolor, si existe. El ibuprofeno es el más utilizado y se toma durante los días de la menstruación. Son especialmente útiles si deseas un embarazo o tienes insertado un dispositivo intrauterino (DIU).

El ácido tranexámico también reduce el sangrado menstrual, pero no actúa sobre la duración del sangrado ni sobre el dolor. Es más eficaz que los antiinflamatorios no esteroideos.

El DIU con liberación hormonal de levonorgestrel tiene una eficacia similar a la ablación endometrial tras dos años de tratamiento. Su efecto es completo entre los 3 y 6 meses y dura cinco años, aunque puede retirarse en cualquier momento. También es anticonceptivo y disminuye el dolor.

La píldora anticonceptiva combinada puede ser una alternativa en mujeres que deseen la anticoncepción y no desean el DIU o en mujeres con enfermedad de Von Willebrand. Reduce el dolor y la duración de la regla.

Existen dos grandes grupos de tratamiento quirúrgico: la ablación endometrial (destrucción del endometrio) y la histerectomía (extirpación del útero).

Las técnicas de ablación o resección más utilizadas actualmente son las de destrucción del endometrio mediante un instrumento que se introduce en el útero a través de la vagina y produce calor, microondas o frío. Están indicadas cuando el sangrado afecta de forma importante a la calidad de vida, no hay deseo de embarazo y el tratamiento conservador no resulta satisfactorio o efectivo.

La histerectomía es la extirpación completa del útero. Este método está en desuso frente al resto de tratamientos por la posibilidad de complicaciones importantes. Suele realizarse por vía laparoscópica o transvaginal con anestesia.

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