Depresión Mayor

¿Qué es la depresión?

Todas las personas podemos tener cambios de nuestro ánimo a la largo de los días. A veces estamos tristes y en otras ocasiones nos sentimos felices. Esto es normal. Sin embargo, cuando la tristeza es continua y nos interfiere en la relación con los demás o nos dificulta realizar nuestras tareas habituales, podemos estar sufriendo una depresión. La depresión puede hacer que la tarea más pequeña parezca escalar una montaña y es difícil salir de ella sin ayuda.

La depresión es uno de los trastornos mentales más frecuentes. Se estima que afecta a 1 de cada 6 personas en algún momento a lo largo de su vida. La gravedad de la depresión varía mucho de unas personas a otras. Unas tienen unos pocos síntomas que apenas afectan a su vida cotidiana (depresión leve), otras pueden ser incapaces de hacer cualquier tarea y sufrir un deterioro grave (depresión grave).

Los síntomas de la depresión pueden variar de una persona a otra, pero en general, las personas que la sufren manifiestan tener o sentir:

  • Tristeza, ganas de llorar, ánimo bajo o sentimientos de desesperanza o vacío.
  • Menos de interés por actividades con las que antes disfrutaba.
  • Irritabilidad, enfado o poca paciencia ante situaciones que antes toleraba bien.
  • Cansancio, sobre todo por la mañana.
  • Problemas para dormir, despertar de madrugada y desvelo. Sensación de haber descansado poco.
  • Dificultad para concentrarse, fácil distracción, dificultad para terminar tareas o problemas de memoria.
  • Cambios en el apetito, en ocasiones aumento, en otras, pérdida, con las correspondientes variaciones en el peso.
  • Pérdida del interés sexual.
  • Sentimientos de inutilidad o culpa, excesivas críticas hacia uno mismo.
  • Deseos de muerte o ideas suicidas.

Las personas con depresión pueden sufrir también síntomas de angustia o ansiedad por la preocupación constante que les provoca cualquier inconveniente o noticia mala, que a veces ni siquiera les afecta directamente.

Con frecuencia las personas con depresión tienen dolores inexplicables por un problema físico, temor excesivo, palpitaciones u otros síntomas.

¿Qué causa la depresión?

La causa última de la depresión no es conocida. Existen algunas situaciones que pueden desencadenar una depresión en algunas personas. Sin embargo, esas mismas circunstancias pueden no provocarla en otras. Muchas veces la depresión aparece cuando todo le va aparentemente bien a uno.

Existen algunos factores o circunstancias en las que la aparición de depresión es más probable. Una persona tiene mayor riesgo de sufrir una depresión si:

  • Ha sufrido algún episodio depresivo previo. La mitad de las personas que han sufrido un episodio de depresión tienen algún otro a lo largo de su vida.
  • Tiene antecedentes de depresión en la familia
  • Ha sufrido la pérdida de algún familiar o ser querido
  • Está desempleado o en una situación de soledad o tiene problemas de relación interpersonal.
  • Vive situaciones conflictivas en su entorno familiar o laboral.
  • Tiene una enfermedad física seria o problemas crónicos de salud.
  • Algunos medicamentos también pueden producir o desencadenar una depresión.
  • Abusa del alcohol o consume algún otro tipo de droga.

¿Cómo se diagnostica la depresión?

Tu médico te hará una serie de preguntas sobre tus sentimientos, pensamientos, conductas, estado de ánimo, situación y cambios recientes en tu vida personal y laboral, en tu salud física y tus antecedentes familiares. Contesta con sinceridad, esa entrevista es absolutamente confidencial, el médico guardará secreto y no hará nada que tu no quieras. Esas preguntas le permitirán saber si sufres una depresión.

En ocasiones te hará una exploración y te propondrá solicitar un análisis o incluso alguna prueba más si considera que debe descartar alguna enfermedad que afecte a tu estado de ánimo y simule una depresión.

No hay análisis de sangre ni pruebas de imagen que permitan diagnosticar la depresión.

¿Qué puedes hacer si tienes depresión?

Si piensas que puedes estar deprimido, solicita ayuda. No tienes por qué enfrentarte tú solo a la depresión. No te encierres en ti mismo, no es síntoma de fortaleza no pedirla. Habla con un profesional sanitario de tu confianza. Él puede ayudarte, la depresión es un problema común que los profesionales conocen bien.

Piensa que la depresión tiene cura. Aunque te parezca mentira en este momento, te encontrarás bien en el futuro.

También te hará bien comentar tu situación con alguien de tu familia o con un amigo, te encontrarás mejor compartiendo tus sentimientos con las personas próximas. Si sientes que esa persona que no te entiende, habla con alguien más. No dejes de compartir tus sentimientos a lo largo de todo el proceso.

Si piensas que hacerte daño puede ser una solución, háblalo con alguien. Piensa que la depresión siempre acaba remediándose y que los momentos malos pasarán.

 

Leer sobre depresión puede ayudarte a entender lo que te pasa y a escoger las opciones más apropiadas.

No recurras al alcohol ni a otras drogas. Eso no te ayudará, empeorará la situación. El alcohol puede hacer que tu depresión empeore y generar otros problemas. Si ya tenías problemas con él antes de sentirte bajo, tu médico puede ayudarte o recomendarte algún dispositivo sanitario especializado.

A veces, puede ser difícil ponerse a hacer cualquier cosa. Sin embargo, cuanto más activo estés, mejor te sentirás. Haz un listado con las actividades que te propones hacer cada día y mantenlo a la vista. No seas muy exigente, incluye alguna actividad gratificante cada día y alguna que suponga actividad física. Si no te apetece hacer nada, piensa en algo que hacer con otras personas.

Aumenta tu actividad física, mejor al aire libre. Cualquier actividad puede ser buena. Si tienes dudas sobre la que más te conviene puedes consultarlo con tu médico. Una dieta sana también te ayudará a encontrarte mejor.

Mantén una rutina en tus horarios de sueño y si no puedes dormir, no te quedes en la cama dándole vueltas al problema, levántate y lee algo o distráete en otra habitación. Procura no dormir durante el día y evita los excitantes (café, té, tabaco, bebidas de cola), el alcohol u otras drogas.

No tomes grandes decisiones sobre tus relaciones, tu dinero o tu trabajo mientras estés en esta situación. Con ayuda mejorarás pronto y tendrás una visión más realista de los problemas.

¿Cómo se trata la depresión?

En algunas ocasiones, la depresión leve puede mejorar sin tratamiento, pero es recomendable pedir igualmente ayuda porque con asesoramiento o incluso algún medicamento la mejoría puede ser más rápida y tener menos consecuencias negativas para ti y tu entorno.

Algunas terapias psicológicas han demostrado ser eficaces en la depresión, solas o combinadas con fármacos antidepresivos según el caso. La terapia cognitivo-conductual es la técnica más utilizada y pretende modificar los estilos negativos de pensamiento y conducta que contribuyen a desencadenar y mantener la depresión.

Estas terapias deben ser proporcionadas por profesionales entrenados y expertos en su uso, normalmente psicólogos clínicos o psiquiatras.

Los fármacos antidepresivos son útiles en la mayoría de casos. Hay diferentes tipos pero, en general, todos tienen la misma eficacia. Tu médico te propondrá tomar el que más se ajuste a tus características personales, muchas veces teniendo más en cuenta sus efectos secundarios que su eficacia real. Si ya has tomado alguno con anterioridad que te funcionó, es probable que te recomiende tomar el mismo. Si no mejoras lo suficiente puede ser necesario ajustar la dosis, cambiar de medicamento o combinar varios.

Los antidepresivos no generan adicción ni tolerancia (necesidad de tomar cada vez más medicación para sentir los mismos efectos). No les tengas miedo ni los tomes por tu cuenta.

Los fármacos antidepresivos necesitan cierto tiempo para hacer efecto, habitualmente entre 2 y 4 semanas. Es fácil perder la confianza en su eficacia porque notaremos sus efectos secundarios antes que sus efectos beneficiosos. No dejes de tomarlos sin consultar con tu médico si tienes dudas sobre sus beneficios. Tampoco cambies la dosis por tu cuenta según te encuentres, no tienen efecto inmediato, consúltalo con tu médico.

Aunque el período de tiempo durante el que se deben tomar puede variar de una persona a otra, normalmente se recomienda tomar la medicación un mínimo de 6 meses tras la mejoría, con la misma dosis con la que obtuviste esa mejoría. Si dejas de tomarlo antes de tiempo puedes sufrir una recaída que podría ser más difícil de tratar.

En algunos casos, tu médico puede aconsejarte modificar la dosis o cambiar el tipo de antidepresivo.

Algunas personas utilizan remedios alternativos como la acupuntura, el masaje o ciertos suplementos alimentarios, sin embargo, no hay estudios que demuestren con claridad sus beneficios.

La hierba de San Juan (hypericum) podría resultar útil, pero debe tenerse en cuenta que puede interaccionar con medicinas de uso frecuente y que no es fácil de dosificar.

La terapia electro convulsiva o electrochoque es un tratamiento seguro y eficaz a pesar de su mala fama, que se administra en el hospital bajo anestesia general en casos graves.

Aunque habitualmente estos tratamientos se pueden llevar a cabo, en algunos casos graves puede ser recomendable ingresar en un hospital.

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