Demencia de los cuerpos de Lewy

¿Qué es la demencia de los cuerpos de Lewy?

 La demencia de los cuerpos de Lewy es uno de los tipos más comunes de demencia. Hasta un 30.5% de los casos de demencia podrían ser de este tipo, aunque esa proporción varía mucho de unos estudios a otros y probablemente suponga en torno al 15%.. Afecta a personas previamente sanas, en ocasiones con antecedentes de familiares que la padecieron.
En la demencia de los cuerpos de Lewy mueren células de la capa exterior en la corteza cerebral y células de una zona del cerebro llamada sustancia negra, en la que se acumulan estructuras anormales llamadas cuerpos de Lewy, que caracterizan a esta enfermedad. Estas estructuras contienen una proteína que ha sido relacionada con otros trastornos como la enfermedad de Parkinson.
Los síntomas de la demencia de los cuerpos de Lewy son muy parecidos a los de la enfermedad de Alzheimer y afectan de forma gradual a casi todas las funciones cerebrales: memoria, movimiento, lenguaje, juicio, comportamiento y pensamiento abstracto, con especial afectación de la atención, orientación espacial y habla.
En la demencia de los cuerpos de Lewy la gravedad de los síntomas varía mucho de un día para otro y típicamente incluye alucinaciones visuales y síntomas parkinsonianos (rigidez de la postura, caminar arrastrando los pies). Los trastornos del comportamiento y síntomas psiquiátricos suelen aparecer pronto.
Los pacientes con la demencia de los cuerpos de Lewy viven una media de 7 años desde el inicio de los síntomas y no tiene curación.

¿Cómo se diagnostica la Demencia?

Cuando una persona tiene síntomas compatibles con demencia son necesarias una serie de pruebas para descartar procesos que tienen síntomas similares y para hacer un diagnóstico lo mas certero y precoz posible. Un diagnóstico precoz permite a los pacientes y familiares planificar el futuro e instaurar cuanto antes el tratamiento más apropiado.

Si consultas a un médico por este motivo no estaría de más que te acompañara un familiar próximo, si no lo ves inconveniente. Muchas personas no se dan cuenta de estos síntomas.

El médico te preguntará sobre los síntomas, cuando empezaron, cómo te interfieren en tu vida, etc. Los datos que el médico obtiene son muy importantes para diagnosticar demencia y pueden orientarle en el tipo específico de enfermedad que la causa. También te hará una exploración detallada buscando algún tipo de signo de alteración neurológica.

Puede que te haga un test con preguntas predefinidas para valorar de forma más objetiva tu capacidad de orientación (donde te encuentras, por donde viniste), memoria (recordar 3 palabras: peseta-caballo-manzana), capacidad para nombrar características de los objetos (frutas, colores), seguir órdenes verbales y escritas, escribir frases de manera espontánea y copiar una figura geométrica compleja. Es frecuente utilizar una versión traducida y validada del Mini Mental Test  (Mini Mental State Examination o MMSE).

Es probable que te proponga hacer pruebas complementarias. Desafortunadamente no hay una prueba diagnóstica específica de la demencia y tanto los análisis como las pruebas de imagen sirven más para descartar otro problema que para confirmar un diagnóstico concreto.

Para el diagnóstico, puede que tu médico te haga un test con preguntas predefinidas para valorar de forma más objetiva tus capacidades y es probable que te proponga hacer pruebas complementarias.


Es habitual hacer algunos análisis para descartar problemas que pueden simular una demencia: hemograma completo, glucosa, electrolitos, calcio, análisis de orina y pruebas tiroideas, son pruebas rutinarias. Dependiendo de los datos que el profesional haya obtenido en la historia y en la exploración física puede considerar necesario hacer más determinaciones. No es infrecuente que el médico te proponga realizar además serología de sífilis y VIH, si existe alguna sospecha clínica de que estas infecciones puedan ser la causa

La tomografía axial computerizada (TAC) y la resonancia magnética nuclear (RMN) son pruebas de imagen que permiten detectar tumores, accidentes cerebrovasculares, atrofia cerebral (que se produce a medida que van muriendo las neuronas), cambios en los vasos sanguíneos, hidrocefalia (aumento de líquido y de presión en el cerebro) y hematomas subdurales.

La realización de análisis genéticos para la detección de mutaciones causales solo está indicada en pacientes con enfermedad de Alzheimer que tienen una historia familiar autosómica dominante (una herencia dominante) y los síntomas se han iniciado antes de los 60 años. La conveniencia e indicación de estas pruebas deben hacerse en unidades especializadas en consejo genético.

Cuidados generales de la persona con demencia

La persona que cuida de un paciente con demencia necesita tener mucha paciencia y comprensión.

Las personas con demencia deben mantener el máximo de independencia el mayor tiempo posible. Deben usar alguna forma de identificación por si salen a pasear y se pierden. En algunos casos será conveniente evitar que salgan sin compañía.

Cuando la demencia está avanzada necesitan atención las 24 horas del día. Precisan ayuda para comer, bañarse y vestirse y alguien que les supervise para evitar que se dañen a sí mismas o a los demás.

Es preciso revisar la casa buscando obstáculos y peligros y hacer los cambios necesarios para evitarlos. Por ejemplo: guardar bajo llave productos u objetos peligrosos, como la lejía o los cuchillos, evitar el gas como sistema de calefacción o cocina.

Instalar barras de seguridad en las orillas de la cama y en el baño, retirar los cerrojos de las puertas de los dormitorios y baños. 

Bajar la temperatura del agua caliente a 50°C o menos para evitar que la persona se queme.

Simplificar la decoración de la casa retirando objetos innecesarios, no cambiar las cosas de sitio y poner al alcance del paciente los que usa a diario. Por ejemplo colocar la ropa, las gafas o las llaves en un sitio fácilmente accesible. Retirar alfombras deslizantes que puedan suponer un riesgo para caídas.

Mantener un horario estable, simplificar la rutina diaria, usar recordatorios y calendarios, etiquetar los objetos de uso habitual y colocar relojes bien visibles puede ayudar a los pacientes a orientarse.

Es conveniente que las personas con demencia sigan con sus actividades habituales de esparcimiento, siempre que sean seguras y no le causen frustración. Los trabajos manuales, los juegos de mesa, la lectura del periódico y la música pueden suponer un estímulo mental y mejorar su ánimo.

Conducir no es una actividad segura para las personas con demencia. Pueden tener dificultad para procesar información con la rapidez necesaria y enfrentarse a circunstancias imprevistas, para respetar las reglas de tráfico o para recordar un trayecto y pueden poner en peligro a otras personas. La familia debe asegurarse que la persona enferma no conduzca.

La carga emocional y física para una persona que cuida a alguien que padece de demencia, es enorme y debe buscar ayuda. Es importante que los cuidadores puedan ausentarse del cuidado de un paciente algún tiempo a lo largo del día.

Un cambio repentino en el entorno o las situaciones frustrantes pueden hacer que las personas que tienen demencia se alteren. Por ejemplo, realizar una tarea más o menos compleja, vestirse o dar una respuesta equivocada a una pregunta puede provocar frustración. Como consecuencia, la persona puede llorar, enfadarse e intentar herir a otras personas de la misma forma.

Es conveniente que los cuidadores eviten las situaciones en las que el paciente pueda frustrarse intentando que las tareas sean más fáciles y evitando situaciones difíciles. No discutir. A veces, por la tarde, pueden ponerse peor. Reconducir la situación con amor y paciencia.

Si las alucinaciones producen miedo, intente distraer a la persona haciéndola participar en alguna actividad agradable. Si la persona tiene dificultades para dormir:

  • Coloca relojes donde la persona pueda verlos para que sea más consciente de la hora que es.
  • Mantén las cortinas y las persianas abiertas de día y de noche.
  • Que no tome café o té, salvo que sea sin cafeína.
  • Intenta que haga ejercicio todos los días.
  • No le permitas dormir demasiado durante el día.
  • Haz que su dormitorio sea un lugar tranquilo.
  • Deja una luz tenue encendida por la noche, para disminuir la confusión y el miedo.

Está bien que el paciente pasee sin rumbo por un lugar seguro, como un patio cercado. La actividad física regular, como caminar, puede retrasar las dificultades en la movilidad, que son comunes en estas personas.

Animar a hablar sobre el pasado, puede ser bueno en las personas con demencia leve a moderada.

¿Cómo se trata la demencia de los cuerpos de Lewy?

 Lo más importante para una persona con demencia es que reciba el cuidado y el apoyo que precisa de su familia, los servicios sociales y los profesionales sanitarios. Cada paciente tiene unas necesidades concretas que varían a lo largo del tiempo y que precisan un plan personalizado de atención.
Los inhibidores de la colinesterasa no son útiles en la demencia de los cuerpos de Lewy, a pesar de que los pacientes con enfermedad de Parkinson y demencia mejoran y ambos procesos tienen significativas coincidencias estructurales.
Los medicamentos antiparquinsonianos como la levodopa sí pueden mejorar la rigidez y la marcha. También pueden ser útiles los anticonvulsivantes, los sedantes o los antidepresivos si la persona sufre ataques convulsivos, depresión, agitación, insomnio u otros problemas que pueden ocurrir en la demencia.
Los medicamentos neurolépticos como la clozapina y la olanzapina pueden reducir los síntomas psiquiátricos, aunque pueden tener efectos secundarios importantes.

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