El objetivo del tratamiento de la enfermedad renal crónica es evitar su progresión. Para ello tu médico intentará corregir sus causas y minimizar los problemas que pueden empeorarla:
Como la enfermedad renal crónica es un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares, debes estar atento a los demás factores de riesgo cardiovascular. Dejar el tabaco, controlar la tensión arterial y el colesterol, comer sano, corregir el sobrepeso y hacer ejercicio reducen tu riesgo de sufrir un problema vascular, sobre todo en corazón y cerebro.
Puede que tu médico te aconseje tomar medicamentos para bajar el colesterol. En las personas con insuficiencia renal la cifra deseable de colesterol malo (LDL) es inferior a la de una persona sin este problema. También es conveniente vacunarse contra la hepatitis B y contra el neumococo.
Existen tratamientos específicos para cada problema o complicación que puedes desarrollar. Debes acudir a las revisiones que tu médico te indique y seguir sus recomendaciones.
Inicialmente, para abordar estos problemas, tu médico de cabecera puede prestarte suficiente ayuda. Si la función renal se deteriora mucho, generalmente cuando baja de 30 ml/ min, puede ser necesaria la intervención de un especialista. Él te aconsejará sobre la necesidad de prevenir y tratar algunas complicaciones que pueden ocurrir, como la anemia o los problemas con el el calcio y el fósforo.
En muy pocas personas y en estados avanzados puedes necesitar diálisis o un trasplante de riñón.
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