¿Cómo se diagnostica la trombosis venosa profunda?

El médico hará una valoración de tus antecedentes personales, en especial de los factores de riesgo de una trombosis venosa profunda (TVP), te hará unas preguntas y te diagnosticará o descartará TVP tras evaluar los resultados de algunas pruebas. A menudo el diagnóstico de TVP no es fácil y algunas personas pueden recibir tratamiento antes de que el diagnóstico sea seguro y definitivo.

La prueba diagnóstica más útil es la ecografía. Transforma en imágenes el rebote de los ultrasonidos contra las diferentes estructuras de la pierna y así detecta la existencia de coágulos.

Si la ecografía no permite llegar a un diagnóstico claro, es posible que te aconsejen hacer una flebografía, una radiografía practicada tras la inyección de un contraste para ver si hay trombos en la vena. Es una prueba más costosa, más incómoda y con más riesgos que la ecografía, sin embargo es más precisa y permite diferenciar trombos nuevos de antiguos.

Para diagnosticar la TVP en otras partes del cuerpo puede ser necesario utilizar la resonancia magnética nuclear o la tomografía axial computarizada (TAC).

Mediante análisis de sangre el médico podrá ver si existe una anormalidad en la coagulación y si el dímero D está elevado. El dímero D se libera cuando un coágulo de sangre se disuelve y cuando está elevado es más probable que exista una TVP. Es útil sobre todo cuando los datos clínicos y los factores de riesgo hacen sospechar una TVP, pero no permiten confirmarla.

Si el médico sospecha que el coágulo se desprendió de la vena y fue a parar a los pulmones causando un embolismo pulmonar, puede ser necesario realizar una gammagrafía pulmonar o un angio-TAC.

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